Santiago de Compostela and the end-of-the-century crisis (1699-1716): Some views on a “Portuguesestyle Baroque”

Está claro que toda crisis en el “sistema del arte”, si está bien controlada, es un signo de vitalidad, antes que de agotamiento; de este modo, crisis puede identificarse simplemente con “cambio”. ¿Cuáles son entonces las condiciones que generan una situación de este tipo? En Santiago de Compostela alrededor de 1700, especialmente en el campo de la talla dorada y la retablística, se produjo un punto de inflexión en el “campo de producción” y un cambio de repertorio, promovido por los más dinámicos círculos artísticos y religiosos, capitaneados por Domingo de Andrade; una situación que está relacionada con la llegada a Santiago de Compostela de entalladores y escultores —José y Ciprián Domínguez Bugarín, Francisco de Castro Canseco— del sur de Galicia. Tal vez estos desarrollos del arte de la talla y la retablística hayan sido la manifestación de un nuevo “gusto” o sensibilidad estética que conocemos como “barroco aportuguesado”.It is clear that crises in a “the system of art”, if they can be well-controlled by the system, are signs of vitality, rather than exhaustion. Therefore, crisis should be identified simply with “change”. What then are the conditions which give rise to a situation of this kind? In Santiago de Compostela in the 1700s, particularly in the field of the gilt woodwork and baroque retables, there was a turning point in the “field of production” and a change of repertoire, promoted by the most dynamic artistic and religious circles, led by Domingo de Andrade; a situation that correlates with the arrival to Santiago de Compostela of woodcarving sculptors —José y Ciprián Domínguez Bugarín, Francisco de Castro Canseco— from southern Galicia. Perhaps this wood carving and retables’s developments have been the manifestation of a new “taste” or aesthetic sensibility we know as the Baroque “aportuguesado”